Las Tablas de Daimiel son el mayor humedal de la zona centro de España. Un Oasis para miles de aves migratorios que hacen su paso de África y Europa y que para también en otras zonas como Doñana.
Las Tablas de Daimiel no tienen el agua precisamente por las precipitaciones, sino por acuíferos subterráneos que rebosan y quedan un humedal o laguna.

Las Tablas de Daimiel
Cuando el agua no rebosa simplemente se secan. Y no rebosan por la sencilla razón de que vía pozos se saca más agua que la que se obtiene por precipitaciones quedando un saldo negativo , que llevó a la paradójica situación de que el humedal se incendiase hace unos años…Y se incendió porque las Tablas de Daimiel estaban secas.
Se propuso como solución mandar agua de otro rio, el Tajo. El problema es que no es cuestión de trasvases, sino de gestionar correctamente el caudal del Guadiana. El Tajo por otro lado parece equivocadamente ser la solución a todos los problemas. Si falta agua en Murcia el Tajo llena el Júcar, y si falta agua en el Guadiana, se llama al Tajo.
Alguien se ha preguntado si el Tajo ¿Tiene el agua que debe de tener y punto? Esta cuestión llevan años demandándola tanto ecologistas como agricultores locales por distintas razones.
Tablas de Daimiel, nace en lo que se llama “los ojos del Guadiana”, un rio que desaparece en el Subsuelo calcáreo para volver a aparecer después. Gracias a este tipo de terreno es posible la agricultura de regadío en Ciudad Real y alrededores, pero a la vez es víctima de la sobreexplotación que ya es palpable en muchas zonas y que incluso está produciendo contaminaciones en el agua potable de algunas zonas por exceso de nitratos. La mezcla, menos agua y más fertilizantes, a la vez que la destrucción paulatina de las zonas de importancia ecológica, no parece ser la mejor alternativa.
Por otro lado la economía de esa zona es dependiente totalmente del agua. Una agricultura sin marca que compite de forma global y que solo es competitiva en cuanto a cantidad. Cantidad que requiere volúmenes cada vez mayores de agua para poder ser competitivos en los mercados internacionales.
Se está intentando controlar los pozos ilegales que afectas a los acuiferos de Las Tablas de Daimiel y poner contadores para vigilar la extracción de agua, a pesar de ello el proceso no funciona. Administraciones económicas que no ofrecen alternativas, agricultura y sector empresarial deficiente y faltas de alternativas para explotar el potencial turístico medioambiental, hacen de Tablas de Daimiel un lugar precioso pero olvidado, y en el que gran parte de que aún exista, se debe a la trepidante e intensa lucha activa de los grupos conservacionistas españoles.
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